No es cuestión del cuánto si no del cómo...

Este post comenzó a formarse cuando de pronto me di cuenta de las muchas sorpresas que me llevé desde el comenzar de –irnos-… sorpresas malas de gente q considerabas cercana, sorpresas buenas de aquellos q pensabas estaban mas lejanos, y también muy buenas de aquellos q siendo cercanos, pensabas que ya no te podían sorprender más. Pues eso, que lo que me sorprende no es tanto el cuánto, cuánto hicieron e invirtieron (y más allá del dinero el tiempo, esfuerzo, consideración, en fin, la inversión q hace una persona de si mismo, en tí), si no más bien, del cómo lo hicieron.

Una noche antes de tomar el vuelo que nos llevará a vivir un mil millones de aventuras en tierras lejanas, con la habitación aun medio revuelta y las maletas cuasi listas, me toca reflexionar, y terminar de agradecer a todos los que dejaron cumpleaños, fiestas, -noche en blanco-, borracheras y demás compromisos, los q pagaron un taxi emergente, los que pasaron por casa de último minuto, los que invitaron la copa, la comida, desayuno o lo q tocara para poder estar con nosotros un rato antes de marcharnos. Pues ya con esto es suficiente pa sentirse querido e importante, pero si le agregas los regalos, invitaciones, lagrimitas, lagrimones, mensajes de buenaventura y cariño y demás demostraciones de real afecto que hemos recibido…. Es increíble. Es la mejor manera de darte cuenta que, exceptuando el negrito del arroz, has tenido la suerte de acertar en la gente q te rodea.

Es un acto q cuesta muy poco, pero el cómo demostrar verdadero cariño, sólo se puede hacer sin egoísmo y de corazón, para el q lo recibe, es invaluable. Así q eso, a la familia, a Rocío, Are, a Benítez, la banda Colorado, Kiko, Jaime, Lio, las chicas del curro, los compis de piso, y todos los buenos amigos, gracias por las buenas despedidas y los buenos deseos, se les quiere un montón!!!

Esta noche hemos tenido nuestra primera des-aventura, la página por la que habíamos comprado nuestro primer vuelo a Bruselas para hacer la conexión, canceló nuestra reserva, así q a unas horas nos hemos enterado de que no teníamos vuelo para empezar el viaje. Hemos tenido q pagar uno nuevo por el triple del original. Ya hemos aprendido algo, siempre confirmar tus reservas y, si se puede mejor comprar a la aerolínea directamente. Esperamos con esto pagar el precio de –ptadas-, que todos tienen que vivir en cualquier viaje y viéndolo así, en realidad nos salió barato. Al final hacemos de este mal traguito no una cuestión de cuánto tuvimos que pagar, si no del cómo hemos pagado lo bueno… siempre lo bueno, y el que no sepa cómo, que se quede contando su cuánto.

Hasta prontico a todos!!! Nosotros 3.